El día 14 de enero de 2017 a las 10 de la mañana, celebramos el día de los Reyes Magos con un encuentro de los niños pertenecientes a nuestras tres sedes en Cuba: Palmira, Elpidio Gómez y Ciego Montero. La preparación de este encuentro fue grande. Las camisetas de regalo para los niños y los voluntarios, habían llegado finalmente de nuestra querida patria Croacia.
He esperado ansiosamente este primer encuentro y conocer a todos los niños. Al ver la cantidad que eran y al verlos a todos sentados en círculo, sonrientes y felices, mi corazón se hizo „grande como una casa“. Deseaba hablar con cada uno de ellos, preguntarles y recordar sus nombres. Pero ésto era un poco imposible porque caminaba entre ellos con una sonrisa de oreja a oreja, les sacaba fotos, y ellos me lo retribuían con una bella y gran sonrisa, y con los ojitos más hermosos que había visto.
El programa comenzó con la llegada de tres voluntarios en el rol de los Reyes Magos, representando cada uno de ellos a un continente en donde se encuentra Aljibe-Pozo: de Croacia, de Tanzania y de Venezuela. Cada Rey se presentó diciendo de donde venía, para luego saludar en el idioma propio de cada país representado. En idioma croata „Hvaljen Isus i Marija“ (Alabado sea Jesús y María), en suajili „Karibu“, y en español „Buenos días“.
El programa fue variado. El jóven Deni, el cual se encuentra en Aljibe-Pozo desde el principio, presentó a los Reyes la historia de nuestro Movimiento Misionero de la Misericordia desde sus comienzos hasta su llegada a Cuba, recordando su primer voluntariado con los niños en Split, Croacia; los proyectos para Burundi, África; a los voluntarios que partieron a lo largo de estos años a distintas misiones bajo el amparo de Aljibe-Pozo. La corona del crecimiento de Aljibe-Pozo es su llegada a suelo cubano y los apreciados recuerdos de sus comienzos y crecimiento en Cuba. Otro de ellos, Emilio, presentó a los Reyes el programa de espiritualidad y el programa de solidaridad que se implementa en Cuba, enumerando cada ítem y los cambios de comportamiento, conocimiento, y por sobre todo el vínculo con Jesús.
Durante una semana, los niños tuvieron la tarea de realizar una obra de misericordia por día hacia una persona en particular, en sus hogares o en la escuela, sin esperar que la otra persona les pida aquéllo sino que lo realicen por sí mismos, y una plegaria desde el corazón a Jesús, escribiéndola como regalo en una carta. Algunos de ellos la leyeron con gran emoción. He aquí algunas palabras leídas: „Querido Jesús, como amigo que eres, te regalo mi amor, conversaré contigo cada día, aunque lo hago todos los días pero a veces me olvido. Desde hoy hablaré contigo todos los días. Quiero darte el mejor regalo y te prometo que estudiaré mucho y te prometo también otras cosas. Y te agradezco por los buenos amigos“, dijo Niuryz. La hermana Lilia saludó a todos los niños y les dijo que había preparado una sorpresa para ellos. Los niños que participan activamente en nuestros talleres recibieron una camiseta con el logo de Aljibe-Pozo. Su felicidad no tenía fin. Sin esperar mucho las vistieron y gozaban del encuentro. La hermana Lilia dijo también, que ha llegado una nueva voluntaria croata de Bosnia-Herzegovina y que ella misma se presentará en español. Enseguida tomé el micrófono y los saludé con un „¡Buenos días, mis niños!“ Todos me escuchaban atentamente y me demostraban con sus miradas y sonrisas que les alegraba mi presencia entre ellos.
El programa duró dos horas, junto a 80 niños y 20 voluntarios. Al finalizar el programa, todos participamos de un copioso almuerzo: arroz congri y frijoles en una receta especial con pollo y ensalada. Hubo también un pastel grande, cortado en pequeños trozos para que alcance para todos.
Al haberse retirado todos los niños a sus hogares, todos los volunatarios nos reunimos, conversamos y realizamos una revisión del encuentro. Para esta celebración, como para cualquier otra que llevamos a cabo en nuestra misión de Aljibe-Pozo le agradecemos a Dios, a todos los voluntarios y colaboradores en Croacia, Bosnia-Herzegovina y de otros lugares de donde nos llega la ayuda.
Antonia Bilic