A nosotros también se nos confían talentos, regalos, viñas. Estamos llamados a la viña de Dios. Esperamos una recompensa para nuestro trabajo, pero Dios también espera los frutos del trabajo.
Seamos hijos e hijas que constantemente andemos por los caminos del Padre, para que, con las palabras "Aquí estoy, envíame a hacer Tu voluntad", construimos el Pozo (Zdenac) de Jesús desde el interior, según las instrucciones de Pablo el Apóstol. Al ver y escuchar nuestra ayuda y respeto mutuo, los demás desearán estar incrustado en el Pozo (Zdenac) de Jesús para la gloria de Dios y la salvación de las almas.
Estar al servicio de un VITICULTURISTA bueno y rico significa la mayor felicidad, alegría, honor, seguridad y todo lo que el corazón humano puede desear. Los que esperaban "vacíos" en la plaza saben lo que significa un día vacío – una vida vacía, y la desesperanza; estar sin esperanza.
Si pensamos que deberíamos ser duros de corazón con nuestros prójimos que nos han hecho algo malo, estamos cometiendo una grave injusticia. Olvidamos lo que Dios ha hecho por nosotros. Si experimentamos la ingratitud de nuestro prójimo, preguntémonos si nosotros siempre estamos agradecidos con Dios. Tal como Dios es inmensamente bueno con nosotros, así también nosotros podemos mostrar la bondad y el amor los unos a los otros.
Señor, deja que Zdenac, guiado por tu Espíritu, sea el lugar de la verdadera comunión de tus creyentes y una señal de la salvación para todos los que te buscan. Aclara nuestra visión de la fe y danos un Amor persistente y paciente; mediante el cual sabremos mostrar a todos los que nos rodean que son nuestros hermanos y hermanas en la fe.
Justo antes de su muerte, en su testamento espiritual, la Madre Teresa escribió: “No solo que te ama. Además, te anhela. Te echa de menos si no te acercas a Él. Él tiene sed de ti. Él te ama todo el tiempo, incluso si no te consideras digno de ello. Si otros no te aceptan o si no eres capaz de aceptarte a ti mismo - Él es el que siempre te acepta." Y te ayuda a llevar la cruz de la vida.
Jesús es Verdad, Camino y Vida. Él es el que ama y el que se entrega a mí, y a todas las personas. Él se ofrece a si mismo a cada hombre, para ser su alegría, ayuda, fuerza en los sufrimientos y traiciones, su perseverancia en la fidelidad a Dios y a la resurrección con Él.
Aceptemos la imprevisibilidad del amor de Dios, la tensión que existe allí. Pero tratemos, a riesgo de sentirnos completamente rechazados, de tener la confianza de que Dios encontrará caminos, que sí son bastante diferentes de los que planeamos, y poco comprensibles para nosotros, pero los mejores para nosotros. Eso significa tener "gran fe".
Retirémonos a la SOLEDAD. Después de un día duro, quedémonos solos. El camino del descanso de Jesús es la ORACIÓN, aprendamos a descansar así. Que la oración sea solo nuestra y de Dios. En la oración no estamos solos; estamos con el Padre. En la soledad de la oración se entra en la relación. En la relación más importante!
A la luz de la transfiguración de Jesús, vivamos, trabajemos y sacrifiquemos toda nuestra vida. Esto significa concretamente que nos esforcemos constantemente por espiritualizarnos, por dejarnos llevar por el espíritu, por cultivar una vida espiritual interior y por no dejarnos atrapar por las cosas materiales, sensuales y terrenales.
En nuestra ceguera, no queremos ver que nuestro tesoro es Dios mismo, la paz del alma, la vida significativa, la comprensión hacia los demás. No. Nosotros lo vemos como algo "terible" renunciar a nuestros propios placeres. Para nosotros es muy difícil renunciar a la envidia, al odio, la pereza, la venganza. Es difícil abandonar nuestros pecados e inclinaciones pecaminosas, nuestros placeres efímeros.
Lo muy importante es LA VIGILANCIA DE LOS PADRES Y PADRINOS para cooperar constantemente con el Espíritu Santo, que los guiará en la educación de sus hijos. Viviendo vidas ejemplares y reconociendo las "máscaras" bajo las cuales se esconde el Maligno y ofrece las bellezas de este mundo, ellos guiarán a los hijos de Dios a crecer y fortalecerse en los dones del Espíritu Santo, alimentados por la oración del corazón, historias bíblicas, comunión con la comunidad parroquial y las familias de Zdenec, y siguiendo a sus padres en buenas obras para los necesitados de la familia y en las tierras lejanas, que son las parcelas del campo de Dios en este mundo.